viernes, 13 de marzo de 2009

En Pedreros con Jorge y Jairo Gaitán

Jorge y Jairo querían tomar cerveza. Hacía calor, pero no pudieron. En Chile, la Cristal no abunda en las tribunas como sí lo hace la Águila en los pastos colombianos. Si en Chile se pudiera tomar cerveza en los estadios, no quedaría nadie vivo. El chileno no sabe tomar. De la misma forma, si en las playas de Chile se vendieran los tragos que se venden en las playas de Brasil, la tasa de ahogados por inmersión serían sorprendentes. El chileno es especial en muchas cosas. Hace tres semanas, por ejemplo, Barticciotto debía irse de Colo Colo. Ahora, dicen, están para ganar la Copa. Vamos a hablar algo de esto, pero primero, con un poco de historia.

He visto jugar dos veces a la Liga Deportiva Universitaria de Quito. Según mis archivos futboleros, la primera vez fue el 22 de marzo de 1991. Primera fase de Copa Libertadores. 20:30 horas, junto al River, el Moncho, el Champion y el Boban, en tribuna Océano. Colo Colo jugó con un 3-5-2, la innovación que trajo Mirko Jozic a Chile, y formó con Morón; Garrido (Margas), Ramírez y Peralta; Mendoza, Espinoza, Pizarro, Vilches y Barticciotto; Yáñez (Salgado) y Dabrowski. Ganó el Albo 3-0 con goles de Dabrowski en dos ocasiones y el Coca Mendoza con un zapatazo impresionante. Todos los goles en el primer tiempo y en no más de veinte minutos. Ha sido uno de los comienzos más vertiginosos que me ha tocado ver. Una media hora de juego perfecta. Parecida al primer tiempo de Chile 4 - Colombia 1 para las Clasificatorias de Francia '98.

La segunda vez que he visto a la Liga fue ayer. Primera fase de Copa Libertadores, 21:15 horas, junto a los sedientos hermanos Gaitán en tribuna Cordillera. Ganó Colo 3-0. Jugó con un 3-5-2, y formó con Muñoz; Mena, Riffo y Cereceda; Figueroa, Sanhueza, Salcedo, Millar (Caroca) y Torres (Moya); Carranza (González) y Barrios. El entrenador: Barticciotto. Los goles: Carranza, Cereceda y Barrios, todos en los primeros veinte minutos... del segundo tiempo.

Parece coincidencia, pero por entonces flotaba en el ambiente que Colo Colo podía ganar la Copa del '91. Se comentaba en los pasillos, en los medios y yo creo haberlo afirmado también en los análisis que realizaba los días lunes en los primeros quince minutos de la mañana, gracias al espacio que me daba el recordado profesor Rolando Vásquez. Tras el juego contundente de ayer, derrotando inapelablemente al último monarca, y, sobre todo tras la victoria en Sao Paulo ante Palmeiras, muchos deben estar pensando que este año algo puede pasar. Lo dijo Barticciotto antes de comenzar la Copa. Puede ser. Pero para mí, al menos, por lo que he podido ver en televisión, los más fuertes son Sao Paulo y Boca, y recién más atrás me atrevería situar a Colo Colo, a Nacional, al DIM, Cruzeiro, Chivas, Libertad, Gremio, River y, mi corazoncito también quiere hablar, la U. Todos, con fuerzas parejas. Total, los partidos, dicen, hay que jugarlos. Sin embargo, lo bueno de este equipo es que tiene un portero que da seguridad, defensores de mil batallas como Mena y Riffo, dos laterales con llegada como Figueroa y Cereceda, un mediocampo de oficio (Sanhueza y Salcedo) y talento (Millar y Torres cuando están prendidos), más la potencia y calidad excluyentes de Lucas Barrios arriba. Pero, por sobre todo, creo que lo mejor es el aplomo y la jerarquía que demuestra para este tipo de partidos. Se nota que se trata de un equipo con partidos bravos en el cuerpo. Pienso que esa puede ser su principal fortaleza. Más que el juego, más que la eficacia demostrada ayer.

Jorge y Jairo Gaitán piensan de manera singular. Creen que este equipo no es tan brillante y que la Liga mereció una derrota más estrecha. Mal que mal, se trataba del campeón vigente. Con el argentino Manso, con Ambrosi y Reasco, pero ya sin la principal figura del año pasado: Guerrón. A ellos les gustó ir al Monumental. Pero no les gustó que la gente se parara a cada rato de sus asientos. Los dos son colombianos y querían ver fútbol en los pocos días en los que iban a estar en Santiago de Chile. Venían llegando de Cuzco para algunos días después partir a Valparaíso, Mendoza y Buenos Aires. En la capital trasandina quieren ver a Radamel Falcao o a Fabián Vargas. En Chile, querían ver a Macnelly Torres. Tampoco les gustó mucho. Lo encuentran intermitente, aunque con mucho futuro. Años atrás Jorge quiso ir a ver a Giovanni Hernández cuando jugaba en Colo Colo junto a Iván Zamorano y juntos fuimos a un partido contra la U en el Estadio Nacional. A la salida, le robaron su celular. Ayer, no pasó nada, solo caminamos raudos en busca de un bus o un taxi, porque el Metro estaba cerrado.

Pero estaban algo decepcionados porque en los estadios chilenos no se vende cerveza. Y no solo eso: Jorge tenía los ojos hinchados producto de una operación a la córnea. Era de noche y usaba lentes oscuros. Yo cambié mis lentes, y veía bien, pero con algo de dolor de cabeza. No sé si porque estoy más ciego y temo llegar un día a no ver nada como Ernesto Sábato o la tía Pina, o, por los excesos de la visita social de la noche anterior.

Jorge y Jairo son hinchas del América de Cali, el equipo que disputó cuatro finales de Copa Libertadores y no ganó ninguna y dicen que la única Copa que tiene un club colombiano en sus vitrinas, la que ganó el año '89 Atlético Nacional, la ganó en parte porque agentes del Cartel de Medellín apretaban a los árbitros.

Jorge y Jairo vivieron su niñez en el Departamento de Boyacá, a varias horas de Bogotá. La U juega la próxima semana en Tunja, la capital de la región, por Copa Libertadores. Los hermanos Gaitán no van a estar allá cuando jueguen los azules. Van a estar en el Monumental de River o en La Bombonera, viendo a Falcao o a Vargas. No sé porque, pero me hubiera gustado que en vez de irse a la Argentina se hayan ido de vuelta a Colombia, volvieran al pueblo de su infancia y junto con recordar los juegos de la niñez, fueran a ver a la U. Egoístamente, un poco, en representación mía. Por esa falta, como castigo, en los estadios de Buenos Aires tampoco van a poder tomar cerveza.

4 comentarios:

  1. notable escrito. gracias por el blog.
    tengo una pregunta que posiblemente sea una ofensa: por qué se culpa a los DT's de los errores o simple mala calidad de los equipos? no estoy hablando de este equipo en particular si no de lo que veo como espectador absoluto del fútbol (no juego, no me gusta).

    saludos

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  2. El entrenador es el que debe tener la capacidad de corregir los errores de sus equipos, manejar la motivación, diseñar estrategias, etc., pero si los jugadores reman para atrás por feeling, lucha de egos, o simplemente se desconcentran en determinados momentos del partido, creo que todo lo que haga el entrenador en la semana no tiene mayor peso. Creo que el entrenador es un simple director de orquesta, que debe tener la visión necesaria para leer los partidos. Pero el que finalmente ejecuta la obra es el jugador. Para mí, la responsabilidad es compartida y creo que un equipo juega bien cuando le hacen caso al técnico, cuando le creen y cuando se siente la convicción de que el club está por encima de las personas.

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  3. la pregunta era un poco burda, la respuesta está perfecta. gracias.

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  4. Jorge y Jairo Gaitán me mandan a decir que el Once Caldas ganó hace unos años la Copa, frente a Boca, y en forma limpia. Es verdad. La memoria futbolera a veces es demasiado selectiva y engañosa. Disculpas a los amigos colombianos.

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