jueves, 13 de agosto de 2009

Un libro espectacular

Tengo en mis manos un libro espectacular. Se trata de la Historia de Everton, escrito por Ricardo Gatica Labra, y en el cual se cuenta de manera amena los cien años de historia del club oro y cielo.

Su editor, Pablo Diez, con quien mantuve una pequeña correspondencia vía correo electrónico, me lo hizo llegar a tiempo, en perfectas condiciones, a través de correo certificado, directamente desde Viña del Mar. Con su particular entusiasmo, me señaló que se trata de una adquisición de la cual no me iba a arrepentir. Y es cierto, lo acabo de recibir, lo acabo de hojear y ya me siento entusiasmado por devorarme sus 613 páginas tamaño carta, llenas de imágenes históricas, estadísticas y sabrosas anécdotas para conformar la historia de uno de los clubes más tradicionales de nuestro fútbol.

Hace falta libros como este. Se trata de esfuerzos aislados, de tremendos esfuerzos, lo sé, porque un ex compañero de pedagogía, hoy profesor de Historia, es el autor de un libro sobre la era amateur de Colo Colo y muchas veces me habló de todo el tiempo que le dedicaba a la investigación y escritura. Sé que se han escrito en nuestro país otros libros similares a este. Por ahí, recuerdo uno de Rangers y pare de contar. Probablemente existan muchos más, pero no son de fácil acceso, porque no existe un circuito libresco futbolero desarrollado en nuestro país, más allá de algunos best sellers anecdóticos como los de Juan Cristóbal Guarello y Luis Urrutia O'Nell y de los tremendos esfuerzos desarrollados por Edgardo Marín, el verdadero pionero de la literatura futbolera nacional con sus clásicos De David a Chamaco, La Roja de todos, La historia de los campeones (la primera obra de este tipo que disfruté a los doce años) y la reciente Historia total del fútbol chileno.

Esta Historia de Everton debiera servir de llamado para que los clubes, la ANFP o el Consejo Nacional del Libro financiaran más obras de este tipo. Otros libros que nos cuenten la rica historia de clubes queridos, tradicionales, arraigados en la cultura del fútbol chileno. Faltan libros que nos hablen de la U, la UC, la Unión, Wanderers, Magallanes, Palestino, Audax, Fernández Vial, O'Higgins, etc., etc., clubes que han llenado la vida de los fanáticos del fútbol chileno que semana a semana concurrimos a los estadios como si se tratara de una religión. En este sentido, otros países más desarrollados en materia futbolera, como Inglaterra, Italia, España, Argentina o Brasil, claramente nos llevan años de distancia.

Pero debiéramos recordar que los nuevos vientos que soplan en nuestro fútbol, aquella que nos habla de una administración dirigencial seria y profesional, de clubes ordenados financieramente, de nuevos estadios gracias al apoyo estatal (que tanto tiempo ha abandonado a los deportistas de este país), de una selección que despliega el mejor fútbol que le hemos visto en cien años y que concita la atención de técnicos internacionales y de la prensa mundial, estos nuevos vientos, digo, han posibilitado el soñar con un futuro mejor, más cercano a los éxitos y al mantenerse en el tiempo más cerca de la elite mundial, pero de nada sirve todos esos anhelos si no son construidos sobre una memoria: esa base histórica que son nuestras queridas instituciones de fútbol que han sobrevivido a los peores terremotos deportivos y económicos para seguir de pie junto a sus hinchas, para seguir creciendo y hacer nueva historia. Un libro como este contribuye a seguir creciendo, pero con espesor y hendidura, con pasión, pero por sobre todo, con el ejercicio de la memoria, algo que le hace falta, también, a este país.

3 comentarios:

  1. Gracias Claudio por acordarse de uno todavía tras el paso de los años...
    Y deberías leer el libro de Colo-Colo en la época amaterur, ya que no es sólo un libro del club blanco: ahí está la historia del fútbol chileno y de la selección, con un montón de detalles que por ejemplo han permitido escribir historias de los viejos clubes amateurs y desaparecidos en wikipedia, por ejemplo.
    Lo que hizo Pablo Diez es lamentablemente la muestra de lo que ocurre en Chile: las cosas las debe hacer uno de forma aislada, sin esperar que los clubes o instituciones se interesen.
    Así pasó con el libro de Rangers (donde la directiva de la época después se "apropió" de la idea, cuando no hicieron nada má que desear buena suerte), así pasó con el libro mío de Colo-Colo, así pasó con el libro sobre Cobreloa de Carlos Gómez (donde la directiva naranja incluso trató de impedir que saliera porque no se les pagaba derechos o algo así), y así ocurrió con Pablo Diez, donde a los pocos días uno ve que Everton saca un libro oficial que no tiene por donde competir con el trabajo realizado por Pablo y Ricardo Gatica.
    Cuídate y ahí estamos en contacto,

    Sebastián Salinas

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  2. Oye Sebastián, iré por ese de Colo Colo, aunque una parte de mí lo niegue, jajaja. Oye, también leí el capítulo que te correspondió en el trabajo de E. Marín, Historia del deporte chileno, entre la ilusión y la pasíon. Muy buen libro también. Saludos.

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  3. Estimados Lectores :

    Como editor de "Historia de Everton" agradezco las sinceras palabras de Claudio y Sebastián, que en ningún caso son una exageración al describir la calidad de "Historia de Everton". Junto con felicitar a Sebastián por su participación en "Historia del Deporte Chileno" donde me consta que hizo un muy buen trabajo, pues leí aquello, invito a los lectores de este blog a www.historiaeverton.cl a conocer más antecedentes.

    Atentamente, Pablo Diez B.
    Jefe del Proyecto "Historia de Everton".

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